El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, se refirió con dolor y preocupación al impacto social del triple femicidio de Florencio Varela y lo comparó con la prolongada desaparición de Luciana Muñoz en la provincia. El mandatario advirtió sobre el hilo conductor que une ambos hechos: la creciente incidencia del microtráfico de drogas.
Figueroa fue enfático al exigir respuestas sobre el caso local: "Yo quiero que sepamos qué pasó con Luciana Muñoz. No puede ser que no sepamos qué es lo que pasó con Luciana Muñoz."
El gobernador vinculó la desaparición a una de las hipótesis que investigan el tráfico de drogas en la región, subrayando que la "cadena delictiva" está fuertemente relacionada con el narcotráfico a pequeña escala.
Crítica a la Falta de Políticas Sostenidas
Si bien reconoció que el dolor es "aún mayor" cuando se trata de femicidios, Figueroa instó a la sociedad y al Estado a enfocar los esfuerzos en la lucha contra la criminalidad organizada.
El mandatario también cuestionó la falta de una estrategia estatal sólida para abordar el problema, señalando la responsabilidad de las gestiones anteriores: "¿Desde cuándo no se invierte en determinados temas? ¿De qué manera se combate el microtráfico, que tiene que ver con la venta de droga?", se preguntó, aludiendo a la necesidad de políticas públicas sostenidas en el tiempo.
Finalmente, Figueroa subrayó que la violencia individual es un abordaje "muy complejo" que se ve atravesado por múltiples factores, incluyendo vivencias personales y entornos familiares, pero concluyó que, ante el dolor social, "el Estado tiene que hacer todo lo posible para disminuir esto."