La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se sentó formalmente en el banquillo de los acusados por segunda vez, junto a 86 imputados más, al dar inicio la etapa de debate oral en la llamada Causa Cuadernos. La primera audiencia del proceso, que juzga a la exmandataria como supuesta jefa de una asociación ilícita y cohecho, concluyó en horas de la tarde de este jueves. Entre los acusados se encuentran exministros de su gestión, el exremisero Oscar Centeno y una cincuentena de importantes empresarios.
La jornada inicial tuvo un momento de tensión cuando la expresidenta, quien sigue la causa de manera remota desde su residencia (dada su condena previa en la Causa Vialidad), intentó participar sin activar su cámara. El Tribunal Oral Federal 7, sin embargo, ordenó su visibilidad.
El tribunal interrumpe para exigir la presencia de los imputados
El incidente se produjo cuando el juez Enrique Méndez Signori, integrante del TOF 7, advirtió que varios imputados no eran visibles en la plataforma de videoconferencia. "No todos los imputados aparecen en cámara. Es deber del tribunal velar porque esta lectura se haga en presencia de los mismos, para resguardar la defensa a juicio”, increpó el magistrado.
Tras la orden, la exjefa de Estado debió encender su cámara y se mostró junto a su abogado, Carlos Beraldi, garantizando la correcta formalidad del proceso.
Lectura de la acusación: "jefa" de una organización ilícita
La primera jornada del juicio se extendió por cuatro horas, iniciándose con la extensa lectura de la acusación fiscal. En esa etapa se formalizó la imputación contra CFK, donde se leyó explícitamente que la expresidenta "quedó demostrado que intervino en la asociación ilícita en carácter de jefa". La acusación principal sostiene que tanto Néstor como Cristina Kirchner lideraron la estructura dedicada a la recaudación de sobornos provenientes de contratistas del Estado.
El listado de los 87 imputados incluye a figuras clave del kirchnerismo, como los exfuncionarios Julio De Vido, José López y Roberto Baratta.
Diferencia de criterios: "bodrio" versus "tanta prueba"
Horas antes del inicio del debate, la posición de la expresidenta fue clara al calificar el proceso desde su cuenta de X como un “escandaloso bodrio judicial” y un “show” montado para desviar la atención pública.
En el extremo opuesto, la acusación defendió la solidez de la evidencia. Paul Starc, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), declaró enfáticamente: “Llevo más de 30 años como fiscal, nunca vi tantos elementos probatorios”. Por su parte, el fiscal Carlos Stornelli reforzó la tesis recordando que existen testimonios de que "los Kirchner no subían al helicóptero hasta que no llegaban los bolsos con dólares”.
El juicio continuará el próximo jueves, ya que en esta primera sesión solo se lograron leer 132 de las 678 páginas que componen la acusación principal.
