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El Juzgado en lo Civil y Comercial de Mercedes ha ordenado la liquidación total de la firma Lácteos Conosur S.A., propietaria de la tradicional marca La Suipachense. Esta medida judicial se produce tras meses de inactividad productiva, el incumplimiento en el pago de salarios, una deuda que asciende a millones y una gestión que culminó en el virtual vaciamiento de un emblema de la cuenca lechera.

La situación de la planta de Suipacha ya se encontraba paralizada desde principios de septiembre, a raíz de la demora en la cancelación de haberes y el despido de nueve de sus 143 empleados.

El empresario Borges León, inhibido y con restricción de salida del país

Con este fallo emitido por el juez Leandro Julio Enríquez, el empresario venezolano Jorge Luis Borges León, quien controlaba Conosur S.A., ha perdido inmediatamente la potestad sobre la compañía.

La resolución judicial dispone la inhibición total del empresario para realizar cualquier movimiento con el capital y los bienes de la firma con sede en Suipacha. Además, para asegurar su disponibilidad durante la investigación de posibles irregularidades en la administración, el magistrado notificó a las autoridades migratorias que el presidente de la empresa fallida requerirá una autorización judicial expresa para salir del país.

La Sindicatura, que ya había intervenido durante el concurso preventivo, mantendrá sus funciones a lo largo del proceso de quiebra, con el mandato de garantizar los servicios esenciales y la seguridad de la planta industrial.

Implicaciones judiciales y financieras

El dictamen judicial incluye una serie de acciones destinadas a asegurar los activos y la información de la empresa:

·Se exige notificar al Banco Central de la República Argentina (BCRA) para que comunique el decreto de quiebra a todas las entidades financieras.

·Se ordena el cierre de todas las cuentas corrientes de la empresa, así como el embargo y la transferencia de los saldos disponibles.

·Se prohíbe taxativamente la realización de cualquier pago a la firma quebrada.

·Se dispone la clausura del establecimiento para constatar su estado y preservar tanto los bienes como el archivo contable.

Es relevante destacar que la semana pasada, la Justicia ya había dictaminado la quiebra de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA), la planta de Lincoln que elaboraba postres y yogures SanCor. Ambas empresas eran controladas por los mismos dueños.

Los argumentos de la compañía y el contexto económico

La Suipachense poseía el 3% de la participación en el mercado lácteo argentino. La empresa, adquirida en 2012 por los hermanos venezolanos Manuel y Carlos Fernández (del grupo Maralac), esgrimía tres factores principales para su colapso:

1.Precios bajos de la leche: Atribuidos a la política de reducción inflacionaria.

2.Alto costo de producción: Vinculado a la sobrevaluación del peso. Este factor, si bien es celebrado por tamberos como el presidente de la Sociedad Rural de Suipacha, Marcelo Lizziero (por recibir hasta 0,40 USD por litro), ha impactado la competitividad frente a productos importados (como Conaprole de Uruguay).

3.Altas tasas de interés: La política monetaria implementada por el Gobierno para sostener el peso afectó la capacidad financiera de la empresa.

Este complejo escenario se refleja en las deudas de la láctea, que incluyen 300 cheques rechazados por un valor de $3.000 millones, cientos de millones de pesos adeudados a sus trabajadores, y cerca de $100 millones a proveedores de servicios básicos como la cooperativa de luz y gas (Coesa) y la estación de servicio.