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La perspectiva de un crecimiento del empleo en el sector industrial argentino es casi nula, a pesar de que la medición de la Confianza Empresarial (ICE) muestra una ligera mejoría. Un reciente informe del INDEC revela una inmovilidad crítica: casi el 97% de las compañías manufactureras descarta incorporar nuevos trabajadores en el futuro inmediato, consolidando un mercado laboral en franco estancamiento.

El indicador más revelador es la intención de contratación para el período comprendido entre noviembre y enero: solo el 3,4% de los industriales planea sumar personal a sus nóminas. Esta cifra representa un leve retroceso incluso respecto a la medición anterior de septiembre (3,7%), confirmando la parálisis.

Radiografía del empleo industrial

La planificación de las empresas manufactureras para el corto plazo se caracteriza por la cautela y la estabilidad de la dotación actual:

·Estabilidad: El grueso de las firmas, el 80,1%, no anticipa ninguna modificación en su plantilla de empleados.

·Ajustes: Si bien la intención de reducción de personal disminuyó ligeramente (un 16,5% frente al 18% previo), sigue siendo significativa.

·Actividad: La producción acompaña este statu quo, con el 64,3% de las empresas sin proyectar cambios en su nivel de actividad.

La paradoja de la mejora

Se observa una contradicción entre el sentimiento empresarial y la decisión de inversión en capital humano. El Índice de Confianza Empresarial (ICE) se recuperó por primera vez en seis meses, alcanzando –22,8 puntos en octubre (una leve alza desde –23,2), impulsada por un optimismo moderado sobre la inflación y la demanda interna.

Sin embargo, esta mejoría en las expectativas no se traduce en nuevos puestos de trabajo. Las empresas mantienen la prioridad de proteger los márgenes de ganancia. El principal freno a la expansión productiva —y por extensión, a la contratación— sigue siendo la escasez de demanda interna, un factor citado como el mayor obstáculo por el 50,2% de los encuestados.