La Federación del Personal de Vialidad Nacional (FePeViN) alertó sobre el crítico deterioro de la infraestructura caminera, señalando que la política de "obra pública cero" ha paralizado al organismo y elevado los costos futuros de reparación. Además, el gremio criticó duramente el nuevo modelo de concesiones.
Deterioro masivo de la red vial
El gremio que nuclea al personal de Vialidad Nacional ha encendido las alarmas sobre el estado de la red vial argentina, calificándolo de "emergencia". Según la Federación, 30.000 de los 40.000 kilómetros de rutas del país necesitan intervención.
Fabián Catanzaro, secretario gremial de la entidad, detalló que entre el 65% y el 70% de las rutas se encuentran en una condición que oscila "entre regular y malo", comprometiendo gravemente tanto la seguridad como la transitabilidad en general. Catanzaro expresó una "profunda preocupación" por el "estado de parálisis y vaciamiento" que atraviesa el organismo estatal.
Críticas al Nuevo Modelo de Concesiones
El representante gremial cuestionó fuertemente la segunda etapa de privatización de rutas impulsada por el Gobierno, viéndola como un "negocio financiero" más que como una genuina inversión privada.
Catanzaro denunció que estas licitaciones, si bien se presentan como iniciativas privadas, en realidad reciben financiamiento estatal subvencionado a través del Banco BICE. Este esquema otorga a las empresas una tasa preferencial del 2% con dos años de gracia para comenzar a devolver el préstamo, lo que, según el gremio, elimina el riesgo empresarial inicial.
"En estas concesiones... hoy tienen financiamiento subvencionado del Estado a través del banco BICE con una tasa preferencial del 2%... no tiene riesgo empresarial esto."
El gremialista sostuvo que bajo estas condiciones, las empresas adjudicatarias—como las de las Rutas 12 y 14 (conocida como la "ruta del Mercosur")— se limitarán a realizar tareas mínimas ("bachear o hacer dos repavimentaciones en 20 años"), un nivel de inversión insuficiente para mejorar significativamente la infraestructura.
El riesgo del abandono y la pérdida de personal
Catanzaro advirtió sobre el alto costo financiero futuro que implica la paralización actual de las obras y el mantenimiento: "Cuando no se mantiene esa inversión, luego para rehabilitar lo mismo te sale entre tres y cinco veces más caro." La inacción actual está creando un "cuello de botella" que dificultará enormemente la recuperación del sistema vial a largo plazo.
Además, el gremio lamentó la pérdida de personal calificado. Denunció que la combinación de un congelamiento salarial de un año y un protocolo disciplinario "expulsivo" ha provocado la baja de casi el 20% de la plantilla, afectando a los "recursos más calificados" mediante renuncias, jubilaciones y despidos.
El vocero gremial defendió la capacidad de Vialidad Nacional, argumentando que la "decisión política de paralizar" la actividad también busca eliminar un "organismo espejo" que puede demostrar que la obra pública ejecutada sin subcontrataciones o sobrecostos innecesarios puede ser más barata que la privada.
La crisis ha generado reclamos a nivel subnacional. Catanzaro confirmó estar en contacto con intendentes y gobernadores que exigen la finalización de obras y el mantenimiento de la transitabilidad, lo que ha derivado en una ola de amparos judiciales en todo el país.
Entre las rutas identificadas como las más críticas se encuentran la 151 (La Pampa), la 3 (al sur de Bahía Blanca), la 23, la 9 y la 34 (en el NOA), y la 7 y la 8 al salir del conurbano.
