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Bajo la premisa de sanear el mercado y minimizar los riesgos para los usuarios, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), liderada por Guillermo Plate, ha profundizado su política de fiscalización. En las últimas horas, el organismo oficializó la baja de tres entidades que presentaban cuadros financieros críticos. Si bien el Gobierno defiende estas intervenciones como un paso necesario para la estabilidad del sistema, la medida ha disparado las alarmas en el ámbito gremial debido a la masiva pérdida de puestos de trabajo.

Las firmas bajo la lupa: TPC y Orbis en liquidación

Dos de los nombres con mayor peso en el mercado local han cesado sus operaciones tras sendos fallos judiciales y resoluciones administrativas:

·TPC Compañía de Seguros: Tras la confirmación judicial de su liquidación forzosa, la SSN revocó definitivamente su licencia para operar. La empresa, que ya venía siendo señalada por el sindicato del sector debido a deudas salariales y cesantías desde 2023, se encuentra ahora bajo la gestión de liquidadores designados para concretar un cierre ordenado de sus activos.

·Orbis Seguros: Con una cartera que superaba los 350.000 asegurados (principalmente en el ramo automotor), la firma intentó un proceso de disolución voluntaria que fue rechazado por el ente regulador. La Cámara Nacional de Apelaciones ratificó la intervención de la SSN tras detectar balances irregulares, una cadena de cheques rechazados y un patrimonio neto insuficiente para responder ante sus clientes.

El efecto dominó: una tendencia de achicamiento

Estos cierres no son hechos aislados, sino que forman parte de un proceso de concentración del mercado iniciado entre 2024 y 2025. Empresas históricas como Boston, Caledonia, Escudo y La Nueva ya habían salido de circulación por motivos similares:

1.Incumplimiento de los capitales mínimos exigidos.

2.Acumulación de sentencias judiciales impagas.

3.Déficits operativos recurrentes.

Conflicto de intereses: solvencia técnica vs. estabilidad laboral

El plan estratégico del Ejecutivo apunta a un mercado de seguros con menos competidores pero con mayor respaldo financiero. Sin embargo, esta visión de eficiencia técnica colisiona directamente con la realidad de los empleados.
Desde los sindicatos denuncian que, detrás del "saneamiento" del sistema, se esconde una crisis humanitaria para cientos de familias. Los trabajadores administrativos, personal técnico y productores

de seguros se encuentran hoy en una zona gris, sin garantías de reubicación y enfrentando un mercado laboral que se contrae. Mientras la SSN prioriza la protección del asegurado, el gremio exige que el costo de la mala administración empresarial no recaiga exclusivamente sobre los hombros de los asalariados.