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Una vecina reparó en un detalle: la ventanilla de la guardia del Hospital de Complejidad VI, no es amigable con los sordos y sordomudos.

El primer dato es que el vidrio es espejado. El vecino no puede leer los labios ni tampoco comunicarse para informar lo que le ocurre.

El segundo dato es que no está claro si el personal hospitalario maneja el idioma de señas para poder comunicarse con ellos.