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La relación entre el sector agropecuario y el Gobierno nacional atraviesa su punto más tenso. Las recientes afirmaciones del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el supuesto apoyo gubernamental al campo, desataron una ola de indignación y fuertes críticas por parte de los productores, quienes acusan al Ejecutivo de ignorar sus demandas y promesas incumplidas.

La chispa que encendió la pradera fue un mensaje de Caputo en redes sociales, donde celebraba las proyecciones de crecimiento en energía y minería, asegurando que el campo era el sector más beneficiado por la actual administración. La respuesta no se hizo esperar: "Esto es como decir que yo le gano una carrera a Usain Bolt porque tiene los pies atados", ironizó el productor Pablo Ginestet, sintetizando el profundo fastidio que recorre el interior productivo.

Retenciones y RIGI: Los puntos de quiebre

El principal reclamo del campo sigue siendo la continuidad de las retenciones a las exportaciones (DEX), un gravamen que consideran "distorsivo, injusto y regresivo". Los productores exigen la eliminación total de estas, tal como lo prometió el presidente Javier Milei durante su campaña. "No tengan dudas de que las retenciones se van a ir durante la presidencia de @JMilei, porque así lo prometió el presidente y este gobierno cumple sus promesas. Eliminar las retenciones es una obsesión para este gobierno", había escrito Caputo en su publicación, buscando calmar las aguas. Sin embargo, esta promesa suena cada vez más vacía para el sector.

Otro punto de fricción es la exclusión del agro del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). "¡Estamos afuera del RIGI! Todo lo que pusiste en esa lista no mueve el amperímetro. Dejen de tomarnos el pelo", le espetó directamente Juan Augusto Mateos, productor de Henderson, al ministro. La sensación generalizada es que se les pide paciencia y confianza, mientras se los discrimina de herramientas que sí beneficiarían a otros sectores.

"Nos sentimos estafados": La voz de la frustración

La bronca va más allá de lo económico. Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) emitieron un comunicado lapidario, denunciando que "el Estado nacional parece haber desaparecido de los territorios" y exigiendo una descentralización real de los fondos públicos.

Gabriel De Raedemaeker, exvicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), puso de manifiesto la "grieta" entre el "agro de las fotos de Palermo" y el "agro real, que lidia todos los días con decisiones que lo asfixian". De Raedemaeker no dudó en afirmar que se sienten "estafados" por las promesas de campaña. "O nos mintieron, o estaban improvisando", sentenció en una entrevista.

El exdirigente rural también advirtió que la paciencia del sector no es infinita. "A Milei se le está perdonando más que a otros presidentes. Pero no para siempre. El campo no es tonto y no vive de aplausos", concluyó, dejando claro que, a pesar de su histórica resiliencia, la lealtad del campo tiene límites.