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En un movimiento estratégico para calmar la volatilidad antes de las elecciones legislativas en Buenos Aires, el Gobierno intervino en el mercado de cambios. Con la venta de unos u$s285 millones en una sola jornada, el Tesoro logró que el dólar mayorista retrocediera $7,50 y cerrara en $1.355.

Esta intervención se suma a otras realizadas durante la semana, que totalizaron cerca de u$s500 millones, buscando aliviar la presión sobre el tipo de cambio que se había disparado por encima de los $1.370. A pesar de este ajuste, el dólar cerró la semana con un aumento de $13.

La maniobra se da en un contexto de alta incertidumbre política y económica. El riesgo país ya superó la barrera de los 900 puntos básicos y la bolsa argentina cotiza en sus niveles más bajos del año.

El Gobierno aseguró que estas intervenciones son puntuales y no tienen como objetivo fijar el valor del dólar, sino gestionar problemas de liquidez en el mercado.