Las tarifas de electricidad y gas tendrán un nuevo aumento durante mayo en todo el país, que rondará entre el 2,5% y 3%. Además, se fijó para junio la entrada en vigencia del esquema de subas propuesto por las distribuidoras y transportistas en las audiencias públicas llevadas a cabo en febrero.
La semana pasada, el Enargas y el ENRE definieron los nuevos cuadros tarifarios que se publicaron en 17 resoluciones publicadas en el Boletín Oficial. Es parte de la Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT) en la que definió cómo serán los aumentos que recibirán los usuarios de electricidad y de gas natural para los próximos cinco años.
En concreto, las alzas serán durante 30 meses y tendrán ajuste por inflación.
El Ejecutivo estableció un mecanismo de ajuste escalonado: en mayo regirá una suba inicial de 3% y, a partir de junio, se aplicarán habrá una base mensual consecutiva de 0,36% en las boletas de electricidad y en las de gas hasta noviembre de 2027.
Pero además, se considerará el combinado del IPIM (Índice de Precios Internos al por Mayor) y el IPC (Índice de Precios al Consumidor) y el IPC. Las tarifas se actualizan mensualmente, con el IPIM ponderado más fuertemente (67%) y el IPC con un peso del 33%. Esta será una actualización automática, que sigue la inflación general y la mayorista, para “preservar así el valor real de las tarifas”, indicaron en el Gobierno.
En paralelo, se continuarán eliminando subsidios. Con el nuevo sistema caerán del alcance de los subsidios cerca de 3,2 millones de usuarios de clase media en el caso de la luz, y también a parte de los incluidos en el universo vulnerable, unos 6,3 millones que, por falta de acreditación, quedarían fuera del beneficio.
Finalmente en gas, se aprobaron cambios en el encasillamiento tarifario que incluyen la creación de una nueva categoría residencial R-4 "que agrupa a los usuarios de mayor consumo, con un cargo fijo ajustado al promedio de consumo y un componente variable que incentive la eficiencia energética".