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La sorpresiva caída del proyecto de Ficha Limpia en el Senado, que impide su tratamiento hasta 2026, generó un fuerte revuelo político y una ola de acusaciones cruzadas entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO. La decisión de los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, quienes votaron en contra de la iniciativa pese a haber manifestado inicialmente su apoyo, se convirtió en el epicentro de la polémica.

La falta de explicación por parte de los senadores misioneros sobre su cambio de postura alimentó las especulaciones y las acusaciones de sabotaje. La diputada nacional y candidata a legisladora porteña por el PRO, Silvia Lospennato, visiblemente sorprendida al enterarse de la caída del proyecto en un programa de televisión, sugirió que el Gobierno podría haber intervenido para evitar la aprobación. "Me parece que hay gente que entiende que es necesario que haya una Cristina Kirchner en la cancha", insinuó Lospennato, sin acusar directamente.

Este incidente expuso las tensiones latentes dentro del PRO y sus relaciones con LLA. Cabe recordar que, durante el tratamiento de Ficha Limpia en Diputados el año pasado, LLA se limitó a votar a favor, dejando en manos del PRO la tarea de conseguir los votos necesarios. En ese entonces, el núcleo libertario manifestaba su desacuerdo con la iniciativa, argumentando que una ley similar en Estados Unidos habría impedido la candidatura de Donald Trump.

Sin embargo, el presidente Javier Milei impulsó una nueva versión del proyecto junto al ministro Luis Petri y el abogado Alejandro Fargossi, logrando su media sanción en Diputados. A pesar de su respaldo público a la iniciativa, Milei expresó su preocupación por la falta de garantías sobre su aprobación en el Senado. "Tengamos cuidado", advirtió el martes por la noche, horas después de que sectores de la Casa Rosada alertaran sobre la posibilidad de que no se alcanzaran los votos necesarios.

El jefe de bloque de LLA en el Senado, Ezequiel Atauche, intentó disipar las dudas asegurando haber hablado con todos los senadores y garantizando los votos. Sin embargo, la incredulidad persistió entre algunos libertarios, quienes consideraban que posponer la sesión era la mejor opción.

La caída de Ficha Limpia dejó un sabor amargo en el Congreso y profundizó las divisiones políticas, generando interrogantes sobre el futuro de la iniciativa y el impacto en las próximas elecciones porteñas.