Imagen
El Gobierno Nacional, a través del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó su intervención directa en las negociaciones paritarias, estableciendo un límite máximo para los aumentos salariales con el objetivo de contener la inflación.

Francos argumentó que permitir incrementos salariales que superen el "tope" oficial generaría un aumento de precios que neutralizaría cualquier beneficio para los trabajadores. "Si uno permite que los salarios se vayan más allá de lo que se ha establecido como pauta, como tope, los precios después aumentan y los mismos que reclaman por aumento de salarios, vuelven a reclamar", explicó el funcionario.

Las declaraciones del jefe de Gabinete transparentan la estrategia del gobierno de utilizar los salarios como un "ancla" para la inflación, equiparándola al control del tipo de cambio. "Todo es un ancla para la inflación, pero esto no es recortar el salario, sino establecer la relación de los ingresos con los índices de inflación", indicó Francos.

En sintonía con esta política, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, propuso una reforma en el sistema de negociación salarial, promoviendo la implementación de acuerdos regionales en lugar de los convenios colectivos nacionales actualmente vigentes. Sturzenegger citó el ejemplo de Alemania como un modelo a seguir, argumentando que el sistema actual impone una "rigidez" que no considera las particularidades regionales ni los niveles de productividad.

"Argentina tiene negociaciones salariales que son sectoriales nacionales. Alemania tiene negociaciones salariales que son regionales. Otro país que tiene el mismo sistema que Argentina es Italia", detalló Sturzenegger.

El ministro de Desregulación enfatizó que Argentina "tiene un arreglo salarial que es el mismo para todo el territorio nacional" y que "eso le impone al mercado laboral una rigidez que no permite ni siquiera tomar en cuenta las condiciones regionales o de productividad", concluyó.

La intervención del Gobierno en las paritarias y la propuesta de regionalizar las negociaciones salariales anticipan un escenario de tensas discusiones entre el sector sindical, el empresariado y las autoridades nacionales en los próximos meses.