A poco de las elecciones y en un clima de creciente descontento provincial, el gobierno nacional ha distribuido $104.500 millones en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) durante los primeros siete meses del año, una cifra que los gobernadores consideran completamente insuficiente frente a sus demandas de un billón de pesos. Esta disparidad está generando profundas tensiones en las alianzas políticas del oficialismo, evidenciando las grietas en la gestión parlamentaria a medida que se acerca la contienda electoral.
Millones insuficientes y reclamos crecientes
Julio, el mes de mayor crispación política, vio a la Casa Rosada desembolsar $10.500 millones en ATN específicamente para provincias consideradas aliadas, como Catamarca, Salta y Tucumán. Con $3.500 millones destinados a Raúl Jalil, Gustavo Sáenz y Osvaldo Jaldo respectivamente, esta movida busca reconquistar apoyos perdidos tras recientes reveses legislativos. Sin embargo, este esfuerzo parece no apaciguar el reclamo unánime de los gobernadores por una distribución más equitativa y transparente de estos fondos discrecionales.
Neuquén, Salta y Tucumán lideran el ranking de las provincias más beneficiadas hasta ahora. No obstante, el descontento se mantiene generalizado, impulsado por una caída significativa en las transferencias y los ingresos provinciales. La administración de Milei es criticada por priorizar su programa fiscal, lo que, según los gobernadores, ha descuidado la vital relación con los aliados provinciales.
Alianzas frágiles y respuestas desde el CFI
La fragilidad de las alianzas se hizo palpable con la aprobación de proyectos en el Senado sin el respaldo del oficialismo. Esto ha empujado a los gobernadores a buscar soluciones propias a través del Consejo Federal de Inversiones (CFI). Desde allí, lograron media sanción para dos proyectos de ley clave que buscan la distribución automática de recursos y la eliminación de fideicomisos, lo que permitiría una respuesta más ágil ante los desequilibrios financieros. "El contexto económico amerita dicha medida", sostuvieron en el proyecto, subrayando la urgencia de la estrechez financiera que atraviesan.
A pesar de la urgencia, los encuentros entre el gobierno y las provincias han sido mayormente informales, sin una convocatoria oficial que propicie una mesa de negociación efectiva. La reciente reunión en la muestra rural de Palermo, aunque buscó acercar posiciones, no arrojó resultados concretos. Los gobernadores aguardan señales claras de diálogo y acuerdos.
Estrategias electorales y futuro incierto
La estrategia electoral del gobierno también ha dejado en evidencia tensiones, como la decisión de no establecer acuerdos con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. En cambio, figuras clave de La Libertad Avanza, como Karina Milei y Martín Menem, visitaron la provincia para apoyar a Lisandro Almirón, su candidato a gobernador, priorizando lo electoral por encima de lo político.
La ausencia de un interlocutor claro en el gabinete agrava aún más la situación. Aunque Guillermo Francos ha sido presentado como el nexo con los gobernadores, su rol aún no se ha materializado de manera efectiva. La Casa Rosada busca ganar tiempo para reactivar las negociaciones y asegurar el respaldo necesario para blindar los vetos a leyes clave, como el paquete previsional, y gestionar la distribución de los ATN y el impuesto a los combustibles.
La incertidumbre sobre futuros acuerdos electorales añade una capa de complejidad al panorama. Con los comicios a la vuelta de la esquina, el gobierno evalúa sus estrategias de alianzas. Provincias como Entre Ríos y Mendoza se perfilan hacia acuerdos con La Libertad Avanza, mientras que en Buenos Aires se anticipa una reñida disputa entre el PRO y LLA. El resultado de octubre será crucial para el futuro político del país y para definir la dinámica entre el gobierno central y las provincias.
El 17 de agosto, con la inscripción de las candidaturas nacionales, se espera que comiencen a despejarse algunos interrogantes sobre la posible reestructuración interna del gabinete y el fortalecimiento de áreas clave como la de Interior, con la potencial incorporación de figuras del PRO.