Argentina ha suspendido temporalmente sus exportaciones de productos avícolas tras la confirmación de un caso de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5 en un establecimiento de gallinas ponedoras en Los Toldos, provincia de Buenos Aires. Esta medida se tomó de acuerdo con la normativa sanitaria internacional y representa un revés para un sector que había logrado una importante recuperación en mercados globales.
Medidas inmediatas y consecuencias sanitarias
El brote fue detectado gracias a una notificación del propio establecimiento, que alertó al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) sobre signos compatibles con la enfermedad. Tras confirmar el virus, el SENASA activó un protocolo de emergencia que incluye:
·Creación de una Zona de Control Sanitario (ZCS): Se estableció un perímetro de 3 kilómetros alrededor del predio afectado con medidas estrictas de bioseguridad, y una zona de vigilancia adicional de 7 kilómetros para intensificar los monitoreos.
·Despoblación y desinfección: Se procederá al sacrificio de las aves en el establecimiento afectado, seguido de una limpieza y desinfección exhaustivas para eliminar cualquier rastro del virus.
Impacto en las exportaciones y el futuro del sector
La confirmación del brote obliga a Argentina a informar a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y a suspender las exportaciones hacia los países que exigen el estatus de "libre de influenza aviar". Esta situación genera una gran preocupación en la industria avícola, ya que impacta en la competitividad y en los ingresos por divisas.
Sin embargo, el SENASA señaló que el país podrá seguir exportando a aquellos mercados que reconocen la estrategia de zonificación, es decir, que aceptan productos provenientes de regiones no afectadas.
El camino para recuperar el estatus de país libre de la enfermedad dependerá de la evolución de la situación. Si no se detectan nuevos casos en establecimientos comerciales, Argentina podría autodeclararse libre de IAAP ante la OMSA 28 días después de que concluyan las tareas de saneamiento en el predio afectado.
Este nuevo episodio resalta la fragilidad del sector avícola ante enfermedades contagiosas. La bioseguridad, la vigilancia y la cooperación entre productores y autoridades sanitarias serán clave para superar este desafío y restaurar la confianza internacional en la sanidad de la producción avícola argentina.