El gobierno de Neuquén está llevando a cabo una limpieza sin precedentes en la administración pública, con una estricta política de "Tolerancia Cero" al incumplimiento. En apenas nueve meses de 2024, 38 agentes estatales han sido expulsados de sus cargos por una amplia gama de faltas, desde delitos graves hasta ausentismo crónico.
Esta remoción masiva, lejos de ser simbólica, apunta a romper con prácticas toleradas durante años que erosionaban las arcas provinciales y la confianza ciudadana. La publicación de cada despido en el Boletín Oficial envía un mensaje claro: quien no cumple, ya no será financiado con el dinero de los neuquinos.
De fraudes a delitos con condena
Los expedientes revelan la cara más oscura del Estado. Entre los casos de mayor indignación pública se encuentra el de Martín Miguel Irigoyen, ex presidente de Cormine, expulsado por presuntamente representar a la empresa en un juicio, perderlo y luego cobrar honorarios de la misma firma que debía defender.
Las desvinculaciones también alcanzaron a sectores sensibles:
·Un chofer de ambulancia en Zapala, sorprendido con drogas y dinero en su casillero.
·Un sargento del Servicio Penitenciario, condenado a ocho años de prisión por agredir a su hija.
·Un portero de Aluminé, separado del cargo por abuso sexual continuado contra sus compañeras de trabajo.
El "festival" de ausentismo
Si un área concentra la mayoría de las irregularidades es el ausentismo fraudulento. Los sumarios destaparon una cadena de prácticas insólitas:
·Una jefa de Recursos Humanos de Neutics Sapem que presentaba certificados médicos con ¡fechas futuras!
·Trabajadores del Hospital Castro Rendón que usaban sellos médicos robados para inventar licencias.
·Un médico de Chos Malal que emigró a Estados Unidos sin presentar siquiera su renuncia.
La postura del gobernador Rolando Figueroa es firme: "El que no cumple, se va". Aunque la "mano dura" genera críticas en algunos sectores, la mayoría de los neuquinos ve cada despido como un alivio fiscal y una señal de saneamiento del sistema.