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El mercado de ganados advierte que un eventual acuerdo comercial con EE.UU. beneficiaría inicialmente a los frigoríficos exportadores y plantea el desafío de mantener la estabilidad y la relación comercial con China, el principal destino de la carne argentina.

La posibilidad de un acuerdo de intercambio comercial entre la Argentina y Estados Unidos genera interrogantes en la cadena ganadera sobre cuál de sus eslabones será el mayor favorecido: si los productores, las plantas faenadoras, o el público consumidor.

Según el informe semanal más reciente de Rosgan, si el pacto se restringe estrictamente a la esfera mercantil, podría significar una "gran oportunidad" para el producto argentino, tanto por el acceso a un mercado que paga altos precios como por la mejora en el posicionamiento internacional.

Beneficio a corto plazo para los frigoríficos

El estudio subraya que, entre los efectos inmediatos de la medida, "es altamente probable que el efecto principal sea una recomposición de márgenes para la industria exportadora". El análisis predice que, a corto plazo, esto ocurriría sin generar un impacto significativo en el valor de la hacienda en pie ni, menos aún, en el precio final de la carne para el consumidor doméstico.

Esta proyección se basa en que, aunque la demanda de Estados Unidos aumentara, el volumen de exportación resultante no sería lo suficientemente grande como para generar un cambio drástico en la oferta total de Argentina, cuya producción anual supera las 3 millones de toneladas de carne vacuna.

Rosgan insiste en que, más allá de los incentivos de precios, el desarrollo sostenido de las exportaciones requiere "horizontes claros y estables" que posibiliten la planificación a mediano y largo plazo, estimando un periodo de certidumbre de "al menos tres a cinco años".

La incógnita geopolítica con China

El análisis también plantea la potencialidad de un condicionamiento geopolítico, si bien lo considera un escenario extremo. Advierte que los términos del acuerdo "bien podrían extenderse al plano geopolítico y condicionar la relación comercial con terceros países", señalando específicamente a China. Este país es el principal cliente de la carne argentina, pero a su vez, es un "rival estratégico para Estados Unidos".

El contexto comercial actual demuestra la relevancia de este tipo de convenios. En septiembre de 2025, Argentina despachó 71.327 toneladas de carne, convirtiéndose en el segundo volumen mensual más alto del año. En el periodo de enero a septiembre, las exportaciones totalizaron unas 522 mil toneladas, con una facturación cercana a los 2.765 millones de dólares.

Estados Unidos es históricamente un mercado poco explorado por la Argentina. Hasta 2022, los envíos estaban limitados a un cupo anual de 20.000 toneladas con arancel cero. Actualmente, Rosgan recuerda que este cupo ingresa pagando un arancel general del 10%, y cualquier excedente se enfrenta a gravámenes del 26,4%.