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La histórica empresa santafesina Lácteos Verónica atraviesa una profunda crisis financiera que pone en riesgo más de 500 puestos de trabajo. Ayer, un grupo de empleados expuso ante la Comisión de Asuntos Laborales de la Legislatura de Santa Fe la desesperante situación que enfrentan: falta de pago de salarios y una creciente incertidumbre que se arrastra desde hace meses. La firma, con plantas en Lehmann, Suardi y Totoras, es un pilar económico regional, y su delicada situación ha generado una gran preocupación en toda la comunidad.

Salarios impagos y medidas gremiales: La Voz de los trabajadores

Juan Ramón Lucena, Secretario General de ATILRA Totoras, detalló la magnitud de la crisis. "Arrastra ya 7 años de crisis que se agudizó en los últimos meses. Los compañeros cobraron recién hoy el 40% del salario de mayo, les deben un mes y medio más el aguinaldo. No vemos un futuro promisorio, le pedimos a los diputados que nos den una mano", comentó Lucena tras la participación de los obreros en la Comisión. Además, no descartó la posibilidad de presentar una denuncia penal tributaria por retención indebida de fondos, dada la falta de respuesta por parte de la empresa.

Desde finales de 2023, Lácteos Verónica acumula 1.208 cheques rechazados por más de 4.000 millones de pesos, una cifra que grafica la gravedad de su deterioro financiero. A pesar de que la producción se mantiene, los empleados denuncian no solo atrasos salariales, sino también la falta de cobertura médica y el impago de cargas sociales. Esta situación ha llevado al gremio Atilra a declarar el estado de alerta y a insistir en la necesidad imperante de preservar los puestos de trabajo.

Críticas a la Dirección y búsqueda de soluciones en la Legislatura

Joaquín Blanco, presidente del Bloque Socialista en la Cámara baja, expresó su solidaridad con los trabajadores y criticó la "inacción de la empresa". "Estamos ante un abandono dirigencial evidente, con 700 puestos laborales en juego. Desde nuestro bloque nos comprometemos a buscar soluciones concretas”, señaló. Cabe recordar que en 2019 la firma ya había solicitado acogerse a un Procedimiento Preventivo de Crisis, aunque en esa ocasión la producción no se detuvo.

Contrario a lo que podría indicar la situación financiera, fuentes gremiales sugieren que la crisis de Lácteos Verónica no radica en una deuda insostenible o una estructura productiva inviable. El verdadero conflicto se centraría en tensiones familiares entre los herederos de la familia Espiñeira, propietaria de la empresa. Esta parálisis en la conducción habría generado un vacío de liderazgo que afectó la gestión operativa y dificultó el acceso a nuevas líneas de crédito.

Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo de Santa Fe, se confirmó que se realizaron gestiones para asistir a la firma, aunque hasta el momento sin éxito. Mientras tanto, se monitorea de cerca la situación de las tres plantas, fundamentales para la economía del interior santafesino. Los trabajadores, por su parte, siguen esperando una respuesta concreta que garantice sus derechos laborales y la continuidad de sus fuentes de ingreso.