En el marco del Día Mundial del Cerebro, el Dr. Carlos Barros Martínez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital de Agudos Dr. Ramón Madariaga, lanzó una alerta sobre el Accidente Cerebrovascular (ACV), una enfermedad que puede atacar sin previo aviso. El especialista enfatizó la necesidad de conocer sus señales, las formas de prevenirlo y por qué una acción rápida puede ser la diferencia entre la recuperación total o secuelas graves.
La conmemoración del 22 de julio, impulsada por la Federación Mundial de Neurología desde 2014, busca concientizar a la población sobre la vital importancia del cerebro, sus funciones, vulnerabilidades y las patologías que lo afectan. Este año, bajo el lema "Salud cerebral para todas las edades", el Dr. Barros Martínez puso el foco en el ACV, uno de los "enemigos silenciosos" más peligrosos.
Identificando al "enemigo silencioso": Síntomas y causas
El Dr. Barros Martínez explicó que más del 85% de los ACV son de tipo isquémico, es decir, ocurren cuando un vaso sanguíneo cerebral se obstruye, impidiendo el flujo de sangre a una parte del cerebro. El resto de los casos son hemorrágicos.
Los síntomas más comunes incluyen:
·Pérdida súbita de fuerza en la mitad del cuerpo (brazo, pierna o incluso parte de la cara).
·Dificultad para hablar, como arrastrar las palabras o problemas para pronunciar la "R".
·Afasia: incapacidad para expresarse o comprender el lenguaje.
El neurólogo advirtió que el ACV puede presentarse sin síntomas previos, siendo muchas veces la consecuencia de patologías subyacentes no controladas como la hipertensión, diabetes, colesterol alto, obesidad o tabaquismo. En ocasiones, los "infartos cerebrales silentes" solo se descubren de forma incidental durante resonancias magnéticas realizadas por otras razones. "Muchas veces, los síntomas se minimizan o se pasan por alto", lamentó.
La crucial "ventana terapéutica" y la importancia de la prevención
Barros Martínez subrayó la urgencia de prestar atención a cualquier señal, por leve que parezca. "Hay personas que sienten una molestia, una debilidad transitoria en la mano, y creen que es cansancio. Eso puede haber sido un ACV pequeño que se resolvió solo, pero que dejó una marca. Por eso, ante cualquier síntoma neurológico, hay que consultar de inmediato", enfatizó.
Para poblaciones con menor acceso a la salud o educación, esta advertencia es aún más relevante, ya que las señales suelen ignorarse o se normalizan.
La rapidez de acción es vital. El especialista destacó que existe una "ventana terapéutica" de aproximadamente cuatro horas y media desde el inicio de los síntomas para administrar un trombolítico, un potente anticoagulante que puede disolver el coágulo y limitar el daño cerebral. "Cuanto antes se actúe, mejor será el pronóstico de recuperación", afirmó. La extensión del daño y la zona cerebral afectada determinarán la gravedad de las secuelas. Aunque raro, el ACV también puede afectar a niños, generalmente asociado a enfermedades preexistentes que favorecen la formación de coágulos.
Finalmente, el Dr. Barros Martínez recalcó la importancia de los controles médicos anuales a partir de los 40 años, incluyendo análisis de sangre, control de presión arterial, y evaluación de glucosa y colesterol, incluso si uno se siente bien. "La hipertensión, por ejemplo, puede no dar síntomas durante años y cuando se manifiesta ya ha producido daños", advirtió.
El Hospital Madariaga y su Servicio de Neurología participan activamente en la jornada de concientización del ACV cada 29 de octubre, realizando actividades en espacios públicos para acercar información a la comunidad. "La clave está en prevenir, estar atentos y consultar a tiempo. El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo y cuidarlo es una responsabilidad de todos", concluyó el neurólogo.