María Alexandra Gómez, esposa de Nahuel Gallo, un gendarme catamarqueño retenido en Venezuela desde diciembre de 2024, describe su vida actual como una constante oscilación entre la incredulidad y el temor. Regresó a Argentina con su hijo Víctor, de solo dos años, después de una desgarradora búsqueda para localizar a su marido.
Gómez compartió con Newsweek Argentina el calvario que ha vivido desde que un viaje familiar de vacaciones a Venezuela tomó un giro inesperado. "Me dijeron 'tienes que salir de Venezuela con el niño'", relató, describiendo la abrupta necesidad de regresar sin su esposo. Su intención inicial era volver a casa con Nahuel, un plan que se vio truncado por su inesperado arresto. "Lloro todos los días, no hay un día que no llore, pero me levanto por Víctor", confiesa, reflejando la resiliencia que encuentra en su pequeño.
La búsqueda incansable y la falta de respuestas oficiales
Durante tres meses, María Alexandra, su madre y el pequeño Víctor realizaron visitas diarias a la cárcel de El Rodeo I, en las afueras de Caracas, donde sospechaba que Nahuel estaba recluido. Sin embargo, en cada ocasión se les negaba su presencia. Gómez llegó a conversar en cuatro oportunidades con el Fiscal de la República, Tarek William Saab, quien tampoco confirmó la ubicación de Gallo, alegando la ausencia de una orden de reclusión o registro oficial.
La confirmación sobre el paradero de Nahuel llegó de una fuente inesperada: un extranjero que fue liberado de El Rodeo I. Este individuo, cuya nacionalidad se mantiene en reserva por razones diplomáticas, aseguró haber compartido celda con Gallo durante cuatro meses, confirmando su bienestar general, aunque lo describió "agotado y molesto", pero consciente de que su situación es parte de un "conflicto político" mayor.
Apoyo gubernamental y denuncias internacionales
Según María Alexandra, el fiscal Saab reconoció que la detención de Gallo fue un "error" derivado de un conflicto diplomático, instándola a "esperar y tener paciencia". A pesar de las dificultades para verlo, Gómez relata que las pocas visitas le generaban la sensación de que a Saab "no le estaba gustando mucho verme tan seguido".
Por temor a represalias que pudieran afectar a su hijo, María Alexandra decidió suspender sus viajes a Venezuela. El abogado estatal de Gallo le confirmó que no existen causas penales abiertas ni registros de su detención en ningún tribunal venezolano, indicándole que la resolución de este caso no será por la vía legal, sino a través de un "proceso calificado como Seguridad de Estado".
La familia de Nahuel Gallo cuenta con el respaldo total del gobierno argentino. La situación ha sido elevada a instancias internacionales, con denuncias ante la Corte Penal Internacional, el Grupo de Desapariciones Forzadas de la ONU, el Grupo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, la OEA y medidas cautelares de la CIDH. María Alexandra lamenta profundamente que su hijo, a sus dos años, ya haya conocido la realidad de "cárceles, tribunales y fiscalías", un panorama desolador para su corta edad.