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Un informe reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la ONU confirma una noticia esperanzadora: la capa de ozono se está recuperando y, de mantenerse el ritmo actual, podría volver a sus niveles de 1980 a mediados de este siglo.

Este progreso es un claro testimonio de la eficacia de la cooperación global para enfrentar los desafíos ambientales. El Secretario General de la ONU, António Guterres, destacó que el éxito del Protocolo de Montreal demuestra que "cuando los países escuchan a la ciencia, es posible avanzar."

Beneficios directos para la salud y el planeta

La restauración de la capa de ozono traerá consigo importantes beneficios para la salud humana y los ecosistemas. Una capa de ozono más fuerte reducirá significativamente los riesgos de desarrollar cáncer de piel y cataratas, enfermedades directamente relacionadas con la exposición a la radiación ultravioleta.

Además, protegerá los ecosistemas terrestres y acuáticos que son vulnerables a los daños causados por los rayos UV.

Si bien la OMM aclaró que fluctuaciones como la del agujero de ozono de 2024 son normales y se deben a factores naturales, la tendencia a largo plazo es innegablemente positiva.