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Se conocieron en las últimas horas algunas novedades en el mundo petrolero que dejan afuera del negocio a empresa locales: El Duende y Petrogas perdieron los contratos que tenían en algunos casos con YPF con ETAP SRL, una firma llegada desde el valle del río Chubut.

Una parte de los trabajadores (la mayoría, seguramente) pasará a la nueva firma. Pero, se perderán fuentes de trabajo entre el personal administrativo y los ingresos económicos para las ciudades, por el movimiento propio de los empresarios locales que hacen las compras, construyen y cargan nafta. Esto afectará los empleos indirectos que se generan en diversos rubros como construcción, comercio y otros por el estilo.

En síntesis, y para no andar con muchas vueltas, se caen las empresas locales; se pierden empresas locales que son las que generan fuentes de trabajo y riqueza para nuestra zona.

El reemplazo ocurre con una empresa que llega desde Chubut que "rompe los precios", eventualmente trabajando "a pérdida" para ganar mercado y que, con el tiempo, seguramente irá reemplazando a los trabajadores locales "por goteo", sin nuevas incorporaciones dado que ni siquiera tienen oficinas en la localidad y quedarán otra vez los desocupados deambulando por las oficinas de Desarrollo Social de Cutral Co o Plaza Huincul.

Ya se vivió. Todo esto, ya ocurrió.

Hay un par de datos que surgen de la realidad, que deberían mover a preocupación de las autoridades políticas locales: el Instituto Vaca Muerta se instaló en Neuquén capital y allí es más fácil que se capaciten trabajadores de Cipolletti o Fernández que de Cutral Co o Zapala.

La pérdida de empresa locales es tan notoria que CEIPA, la cámara que nucleaba a los empresarios de las comarca petrolera, se mudó a Neuquén capital: la última idea genial era que se les habilitara el acceso a créditos del ENIM; afortunadamente no sucedió.

Es importante, señalar que cuando se habla de "cuidar las fuentes laborales", significa que es necesario apoyar a las empresas locales que son las que generan esos puestos de trabajo y también riqueza para el comercio.

En concreto, Petrogás y El Duende" tienen una inversión de 10 colectivos y 55 minibuses que emplean a unos 100 choferes y unos 20 trabajadores de mandos medios y administrativos.

La caída de los contratos implica que van a quedar unidades ociosas, se van a perder puestos de trabajo y la riqueza que genera el negocio petrolero. ¿Para qué? para que uno grupo de empresarios de Chubut amplíe su negocio y se lleve las ganancias a Chubut.

Cutral Co y Plaza Huincul ya lo vivieron en los '70 y '80 cuando las empresas de servicios petroleros se mudaron a Neuquén capital; luego vino el desguace privatizador de YPF de la mano del menemismo que se llevó la administración de YPF a Neuquén capital y ahroa se están lelvando los pocos negocios que quedan.