Un reciente informe sobre el "Panorama del empleo informal y la pobreza laboral" revela una situación crítica en el mercado de trabajo argentino. El 41,6% de los trabajadores informales —o aquellos cuyos empleos no están cubiertos por la legislación laboral, impositiva o de la seguridad social— representa el valor más alto en 17 años, con excepción de un trimestre de 2022. Esta cifra del segundo trimestre de 2025 marca un aumento de 1,6 puntos porcentuales respecto al mismo período del año anterior.
La persistente y elevada tasa de informalidad no solo precariza las condiciones laborales, sino que también es un factor determinante en la pobreza: el 42% de
los trabajadores informales vivía en un hogar pobre durante el primer trimestre de 2025.
La brecha de la informalidad por categoría, edad y género
La informalidad es un fenómeno que afecta de manera desigual a las distintas categorías ocupacionales, rangos etarios y géneros:
Categoría Ocupacional Tasa de Informalidad (2T 2025)
Trabajadores por cuenta propia 62,5%
Asalariados 37,7%
Patrones 22,2%
En cuanto a la composición del empleo informal, el 63% de los no registrados son asalariados y el 34% son trabajadores por cuenta propia. En el caso de los asalariados, la tasa de informalidad del 37,7% implica que 4 de cada 10 en relación de dependencia no tienen cobertura de seguridad social.
Jóvenes y mujeres, los más afectados
·Jóvenes: La tasa de informalidad entre los jóvenes de 16 a 24 años es significativamente la más alta, alcanzando el 63% en el primer trimestre de 2025. Esto significa que 6 de cada 10 jóvenes son informales, lo que subraya las severas dificultades de este grupo para ingresar al mercado laboral.
·Mujeres: La tasa de informalidad femenina promedio (43,2%) fue aproximadamente 2 puntos porcentuales superior a la masculina (41,1%) en el primer trimestre. Al combinar factores, los hombres jóvenes (16-24 años) presentan la tasa más alta de informalidad (64,1%), mientras que los hombres de 45 a 65 años registran la más baja (33,6%).
Sectores críticos y el mapa regional de la precariedad
Dos sectores productivos concentran los índices de informalidad más altos:
·Servicio Doméstico: 75,4%
·Construcción: 75,4%
Estos sectores son críticos porque concentran a la población con menor nivel educativo, especialmente a mujeres (casi el 32% de las que tienen secundaria incompleta trabajan en casas particulares) y hombres (alrededor del 25,5% de los que tienen secundaria incompleta lo hacen en construcción).
A nivel geográfico, las regiones con la mayor incidencia de informalidad (superiores al 48%) son el Noroeste, Cuyo y Nordeste. Por el contrario, la región Patagónica exhibe las tasas más bajas, destacándose el aglomerado Ushuaia – Río Grande con un 18%.
La pobreza laboral: Un empleo no es garantía de bienestar
Los datos confirman que poseer un puesto de trabajo en Argentina no es un reaseguro para escapar de la pobreza.
Mientras que solo el 5% de los trabajadores formales recibe un ingreso laboral mensual inferior a la canasta de bienes y servicios básicos (línea de pobreza individual), esta cifra se dispara hasta el 40% entre los ocupados informales.
En comparación con otros países de la región (en áreas urbanas), Argentina se ubica en un punto intermedio, con países como Chile, Costa Rica y Brasil registrando tasas más bajas (entre 24% y 32%), mientras que Ecuador y Paraguay se encuentran en el extremo opuesto (cercano al 60%).