Este medio entrevistó a Yoana Cabrera, profesional del Centro de Día “La Novena” de Plaza Huincul, para consultarla respecto a la situación de muertes por autolesión en la comarca petrolera, cómo colaborar para evitar un posible episodio suicida y dónde buscar ayuda profesional.
P_: ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué se le puede explicar a la gente de lo que está ocurriendo? En menos de un mes hubo cuatro suicidios, actualmente hay más suicidios que muertes en hechos violentos en Cutral Co- Plaza Huincul.
YC_: Venimos trabajando que es una problemática compleja, una problemática social, no la atribuimos solo a la localidad sino que a nivel mundial y nacional, digamos es algo que se viene trabajando, es una de las prioridades de la línea de trabajo y a nivel mundial de cómo trabajar sobre la prevención. Nosotros como Centro de Día específicamente nos dedicamos a la prevención del suicidio, tenemos un dispositivo que venimos trabajando hace dos años ya y trabajamos con la comunidad, digamos venimos dando charlas en distintas instituciones, organizaciones, con las escuelas venimos trabajando mucho, con la adolescencia, pero sabemos que solos no podemos cuando hablamos de prevención hablamos que cualquier persona de la comunidad puede trabajar en la prevención. Sabemos que la herramienta fundamental que hoy tenemos tiene que ver con la escucha y no es casual que en todos los espacios y en todas las noticias con respecto a la salud mental, tiene que ver mucho la escucha. Hoy los espacios de escucha no están o están siendo muy pocos las personas que se sensibilizan o tienen el tiempo, se le da el tiempo para escuchar, para comunicar y para acompañar.
P-. ¿Uno los problemas que la gente no está escuchando en estos momentos?
YC_: Y es algo que surge mucho, incluso en los adolescentes, hoy surge mucho esta necesidad de que haya alguien que les escuche. Y cuando hablamos de escuchar no hablamos de oír, esto es algo biológico. No, la cuestión que tiene que ver con la empatía y siempre decimos que en la escucha y cosas que tenemos que tener en cuenta, por ejemplo, no juzgar. Si yo voy a una persona a contarle una preocupación, una angustia, un enojo, alguna molestia y hablo y esa persona me juzga o me empieza a minimizar lo que siento o empieza a querer darme consejos, porque a veces tendemos a veces por ayudar a querer dar consejos y a veces las personas necesitan que las escuchemos nada más.
A veces yo siempre digo los silencios son muy importantes también, ¿no? Estar dispuesto con nuestro cuerpo, con el tiempo, no estar apurado, no estar mirando un celular, una pantalla, ¿sí? No estar escuchando música. Necesito que esa persona esté conmigo, me escuche y yo pueda tener la confianza de pedir ayuda también.
Mucha no tiene esa habilidad de pedir ayuda, hay que trabajar sobre cómo pedir ayuda. Esto de digo mirarnos, hoy no nos miramos, hoy no sabemos si a la otra le pasa algo, no me tomo el tiempo, si estás bien, quieres que hablemos, necesitas algo, nos tomamos un mate, compartimos. Por eso hablamos que los espacios de encuentro son importantes, los espacios de escucha, generar esto del cuidado colectivo, el cuidarnos entre todos, no ser individualistas. Tiene mucho que ver en esta cuestión social que estamos viviendo, el contexto que estamos, son tiempos de crisis, de mucho movimiento, de noticias incluso están muy desalentadoras también.
Entonces hay que trabajar sobre esto de cómo motivamos a que haya otra expectativa de vida y cómo entre todos tenemos que acompañar. Más allá de que la atención obviamente específica en lo que tiene que ver con un tratamiento de salud, lo que es la prevención y la promoción nos corresponde absolutamente a todos. No solo en cuanto a suicidio, en todas las temáticas. Entonces por ahí siempre decimos prestemos atención al otro si vemos que viene como complicado, si vemos que está angustiada, que está preocupado, más irritable, más nervioso, que tiene problemas para dormir, que se aísla, que deja de cosas que le gustan, que por ahí no puede seguir con las rutinas porque le cuesta, porque a veces duerme mucho también, no solamente dejan de dormir, a veces duerme mucho, son cosas que pueden ir pasando depende de la cantidad de las personas, depende del contexto de la persona.
Entonces prestar atención, son señales de alarma, acerquémonos, preguntemos, escuchemos: si nos dice algo que tiene que ver con respecto a la muerte, también lo que dicen en los posteos que aparecen en redes sociales, cuestiones que idealizan la muerte o que son pensamientos muy negativos bueno, es un llamado a atención.
Cuando una persona dice que se quiere quitar la vida no digamos “está queriendo llamar la atención”. Sí está llamando la atención, porque quizás necesita ayuda. Preguntemos ‘¿estás pensando realmente en matarte?’, si nos dice que sí hay que preguntar cómo, cuándo y dónde.
Siempre lo decimos son preguntas fundamentales a la prevención. Si tenemos el cómo, el cuándo o el dónde, si ya lo pensó, es porque hay una planificación.
P_: ¿Dónde se puede pedir ayuda?. El 107 es una opción, digo, llamar a la guardia del hospital.
YC_: Y siempre tratar de acompañar a la persona, si podemos, y a la persona hablar, convencerla, motivarla, que vayamos a buscar ayuda profesional. Más allá de la escucha, que va a aliviar un montón seguramente, pero por ahí poder llegar hasta la guardia, acompañar, sí, sabemos que los tiempos de espera son complejos, pero hay que estar, hay que acompañar, que ir a la guardia, la guardia tiene guardia psicosocial, por lo cual hay que pedir que vamos por una urgencia de salud mental.
Poder hablar sobre esto es importante cuando nos anunciamos en la ventanilla, decir vengo a acompañarlo porque tengo una urgencia de salud mental o vengo porque tengo una urgencia de salud mental. Si alguna persona está pensando en quitarse la vida, viene apareciendo esta idea, hacer que sea la guardia de salud mental, que pida hablar con ellos, ellos van a hacer una evaluación, la idea es que pueda haber un acompañamiento, un seguimiento, eso lo evalúa el equipo de salud específico que es de salud mental.
