La crisis en las ventas de electrodomésticos y línea blanca ha impactado de lleno en el empleo industrial, obligando a las grandes empresas a tomar medidas drásticas. En un panorama sombrío, Electrolux ha decidido prorrogar las suspensiones rotativas hasta enero de 2026, afectando a 400 trabajadores de su planta de Rosario. Peor suerte corrieron los empleados de Mabe en Córdoba, cuya planta en Río Segundo ha cesado definitivamente la producción de lavarropas y secarropas.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ha encendido las alarmas a nivel nacional. La caída del consumo, combinada con el incremento de las importaciones (facilitado por las políticas de apertura del gobierno de Javier Milei), está costando cientos de puestos de trabajo. La crisis no es exclusiva del sector de línea blanca: Acindar también implementó suspensiones, y Metrofund recurrió a despidos.
El impacto del ajuste en la región metalúrgica
En Rosario, la situación es crítica. Pablo Cerra, apoderado de la UOM local, afirmó que se perdieron 2.000 empleos en la región desde principios de año, con el segmento de "línea blanca fría" como el más afectado.
El acuerdo de suspensiones rotativas en Electrolux implica que la planta rosarina operará a menos del 50% de su capacidad productiva durante tres meses. El acuerdo con la UOM contempla el pago del 100% del salario en octubre y noviembre, y el 95% en diciembre, quedando incierta la situación de enero.
Cerra advirtió que la crisis golpea con más fuerza a las Pymes proveedoras de grandes empresas como Electrolux y Acindar, ya que "no tienen la misma espalda para afrontar esta situación". En total, 30 empresas metalúrgicas de la región han recurrido a esquemas de suspensión.
Mabe centraliza la producción: cierre y despidos en río segundo
La situación más grave se registró en Córdoba. Mabe, de capitales mexicanos y dueña de marcas como Drean y Patrick, decidió cesar la producción de lavarropas en su planta de Río Segundo. La producción se trasladará a la planta de Luque, donde ya se fabrican modelos de mayor volumen.
La decisión afecta a 150 trabajadores. Aunque la empresa ofreció la relocalización en Luque, la distancia de 60 kilómetros implica una extensión de dos horas en la jornada laboral de los operarios. El directivo Alejandro Luque justificó el movimiento como una medida para "preservar la cadena de valor, proteger la continuidad de la producción y hacernos más fuerte en cuanto a competitividad para enfrentar un mercado abierto a las importaciones".
Unos 50 empleados de la planta de Río Segundo optaron por el retiro, recibiendo una indemnización del 110% (aunque pagadera, según un trabajador, en tres cuotas). La planta de Río Segundo funcionará ahora solo como centro de procesamiento, control de calidad y almacenaje.
Esta reestructuración se da poco después de que Mabe adquiriera en 2022 la histórica fabricante cordobesa José M. Alladio e Hijos S.A. En abril de 2024, la firma ya había reducido cerca de 200 puestos en Luque en respuesta a la fuerte caída en la venta de productos de gama alta.
Presión de las importaciones y caída del consumo
La reestructuración de Mabe y las suspensiones de Electrolux reflejan la creciente dificultad de la industria nacional de línea blanca. Datos del sector indican que, entre enero y agosto de este año, las importaciones de lavarropas automáticos se dispararon un 641% interanual.
Al mismo tiempo, el consumo interno se contrajo: las ventas de electrodomésticos, que crecían entre 40% y 50% a principios de año, apenas avanzaron un 12,7% en agosto. La apertura del mercado a la importación minorista, la suba de tasas y la contracción de la demanda interna han configurado una coyuntura crítica para la producción local.
