La emblemática empresa láctea La Suipachense, que durante décadas fue un pilar de la economía local en Suipacha, provincia de Buenos Aires, enfrenta una crisis terminal que podría dejar a 150 trabajadores sin empleo. La planta, que solía procesar 250.000 litros de leche al día, está hoy completamente paralizada después de que sus dueños, el grupo venezolano Maralac, se retiraran de manera abrupta, lo que el gremio califica como un "vaciamiento".
La situación financiera es crítica, con la empresa acumulando 595 cheques rechazados por un valor de $5.882 millones, además de grandes deudas con transportistas, proveedores y empresas de servicios. La falta de pago ha provocado que la planta esté al borde del corte de suministro de energía y gas, y que los tamberos hayan dejado de entregar leche.
Consecuencias devastadoras para la comunidad
Según el gremio ATILRA, el cierre definitivo podría ser inminente, lo que tendría un impacto catastrófico en la comunidad. Más del 60% de las familias de Suipacha dependen de La Suipachense, ya sea de forma directa o indirecta. El sindicato ha alertado que el cierre total podría ocurrir en menos de 15 días, poniendo en riesgo la principal fuente de trabajo de esta localidad.
La preocupación en el pueblo es palpable, y la sospecha de que los propietarios deliberadamente vaciaron la compañía para llevarla a la quiebra aumenta el clima de incertidumbre en una ciudad que ve amenazado su futuro.