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Tras la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, el gobierno de Javier Milei enfrenta un panorama de incertidumbre que ya se refleja en la economía. El exviceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, analizó el plan actual y sugirió cambios urgentes para evitar una escalada de la crisis.

Según Rubinstein, el principal problema reside en el esquema cambiario, al que calificó de "mal diseñado". El economista criticó que el gobierno no aprovechara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para dar mayor solidez a la macroeconomía. "Cuando consiguieron 20.000 millones de dólares, no supieron darle solidez al esquema", afirmó.

El exfuncionario explicó que las bandas de flotación actuales son "disfuncionales" para el país, ya que con el nivel de inflación actual, el Gobierno se ve obligado a vender dólares para evitar que el tipo de cambio supere el techo establecido. "Este esquema ya fracasó", sentenció Rubinstein, quien recomendó un cambio hacia una flotación administrada con un dólar más alto para permitir la acumulación de reservas.

Dilemas políticos y económicos

Además de la crítica al plan económico, Rubinstein se refirió a la falta de cambios en el Gabinete tras la derrota electoral. En una analogía futbolística, comparó la situación con un partido que van perdiendo 3-0 a 25 minutos del final, y el equipo no quiere hacer cambios. "A veces hay que tener suerte", ironizó.

El economista también vinculó la reacción de los mercados con el discurso político del oficialismo. El mercado se inquieta porque percibe que el Gobierno puede tener que recurrir a la venta de reservas del FMI o de los encajes. Esta desconfianza se agrava con el escenario político, ya que el Gobierno "ha asustado con que la oposición son todos unos mafiosos irresponsables degenerados fiscales". Este discurso, según Rubinstein, impide una mesa de diálogo y un posible consenso sobre la necesidad de equilibrio fiscal.

En cuanto a los desafíos futuros, Rubinstein advirtió que cualquier corrección del rumbo económico tendrá un costo, y es que la inflación podría no seguir bajando, sino mantenerse en porcentajes de entre 2% y 5% mensuales, dependiendo de cómo se implementen los cambios. El analista concluyó que, si el Gobierno quiere recuperar la confianza, debe asumir que se equivocó y reorientar su estrategia económica.