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La actividad comercial de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) argentinas atraviesa un profundo y prolongado período de contracción. Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas sufrieron un retroceso interanual del 4,2% en septiembre, marcando el quinto mes consecutivo de resultados negativos en esa medición.

Aún más preocupante es el indicador de consumo mensual desestacionalizado, que registró una nueva caída del 2% respecto a agosto, acumulando así seis meses consecutivos en retroceso. Esta tendencia a la baja evidencia la severa fragilidad del consumo interno, un fenómeno que CAME atribuye directamente a la "incertidumbre económica y política" del país.

El círculo vicioso de la cautela

Desde la entidad empresarial se señala que la demanda está fuertemente condicionada por la pérdida de poder adquisitivo de las familias, el aumento del endeudamiento en los hogares y la ausencia de estímulos comerciales efectivos. El contexto impulsa a la población a una postura de prudencia y expectativa, a la espera de una mayor estabilidad económica de cara al cierre del año.

El informe detalla que la percepción del empresariado PyME sigue deteriorándose:

·Un 38% de los comerciantes (tres puntos más que el mes anterior) afirmó que su situación económica empeoró en comparación con el año pasado.

·Solo un escaso 7,2% percibió una mejora, mientras que el 55% restante se mantuvo estable.

A pesar de este panorama negativo en los últimos meses, el acumulado anual de 2025 aún muestra un crecimiento del 5%, un saldo que se sostiene gracias a los fuertes repuntes registrados entre diciembre y abril.

Inversión congelada y perspectivas a futuro

La crisis de ventas impacta directamente en la disposición de los empresarios a arriesgar capital. El relevamiento de CAME es contundente: el 60,1% de los encuestados considera que "no es un buen momento para invertir". Solo el 12% cree que sí lo es.

En cuanto a las expectativas para el próximo año, el optimismo es moderado: el 47,6% prevé una mejora, mientras que un significativo 41,5% considera que la situación se mantendrá sin cambios.

Los rubros más afectados

La caída de ventas en septiembre fue un fenómeno casi generalizado. Los rubros más castigados por la disminución del consumo, medido interanualmente a precios constantes, fueron:

1.Textil e Indumentaria: -10,9%

2.Bazar, Decoración y Muebles: -6,2%

En la comparación mensual, la tendencia también fue negativa en la mayoría de los sectores, con las únicas excepciones de Perfumería, que registró un leve crecimiento del 1,4%, y Ferretería y Materiales de Construcción, que lograron mantener los niveles de ventas de agosto.