El incidente, ocurrido en Tres de Febrero durante un acto de Javier Milei, reaviva la preocupación por la escalada de violencia y el clima de odio político en el país. La agresora, identificada como una bioquímica de 50 años, fue liberada horas después.
Un grave incidente de seguridad empañó un acto de campaña del presidente Javier Milei en el partido bonaerense de Tres de Febrero, donde una mujer fue detenida tras intentar apuñalar a un fotoperiodista con un arma blanca de alto calibre. El suceso generó conmoción y encendió nuevamente las alarmas sobre la escalada de violencia política y la vulnerabilidad de los trabajadores de prensa.
La atacante, fue la bioquímica Annabel Ilarraz, de 50 años, que intentó agredir al fotoperiodista Antonio Becerra en las inmediaciones del acto presidencial. Al ser reducida y detenida, se le incautó un “cuchillo táctico de combate”, de modelo militar, descrito por las fuerzas de seguridad como un arma “diseñada para atacar y matar”.
Doble alerta en el acto
El hecho se produjo luego de que Ilarraz ya hubiera generado un primer foco de conflicto. Inicialmente, la mujer había sido demorada por personal de Gendarmería al acercarse peligrosamente al mandatario mientras este daba un discurso desde una camioneta.
Según los reportes, tras zafarse de la custodia de Gendarmería en un primer momento, la sospechosa se dirigió con el cuchillo hacia el fotógrafo que cubría los acontecimientos, con aparentes intenciones de agredirlo.
Tras este segundo y alarmante episodio, la agresora intentó darse a la fuga. Finalmente, fue interceptada por un policía de civil y arrestada en el interior de un supermercado cercano. Imágenes captadas por testigos muestran a la mujer visiblemente alterada y gritando durante su detención.
El fotoperiodista Antonio Becerra, de Tiempo Argentino, relató que se acercó a registrar la escena al ver a una mujer atacando con gas a los asistentes. "Andate de mi casa pedazo de mierda, es mi Ciudad Jardín, kukardo de mierda", gritó la agresora en medio del tumulto. Esta escena quedó grabada por testigos y el video circuló rápidamente en redes. Pero los hechos no terminaron ahí, sino que la señora logró evadir a la Gendarmería que intentaba controlarla, y minutos más tarde continúo el ataque hacía el fotógrafo.
Preocupación por la impunidad
Fuentes del caso indicaron que, a pesar de la gravedad de los hechos —que incluyen la portación de un arma de combate en un acto presidencial y la agresión a un trabajador de prensa—, la mujer habría recuperado la libertad en las últimas horas, aunque permanece imputada en la causa.
Este desenlace generó preocupación no solo en el entorno periodístico, que denuncia la vulnerabilidad de los reporteros gráficos en la cobertura de eventos políticos de alta concurrencia, sino también en el círculo íntimo de La Libertad Avanza. En el partido oficialista se reaviva el debate sobre la estrategia de realizar actos de campaña denominados «cuerpo a cuerpo» y la consecuente exposición del Presidente a situaciones de alto riesgo.
El nuevo episodio se suma a una serie de incidentes recientes que han tenido como blanco a periodistas y reporteros gráficos en distintos actos políticos, volviendo a encender las alarmas sobre la necesidad de garantizar la seguridad y frenar la escalada de violencia en el debate público.