Joseph Freyser Cubas Zavaleta, alias "Señor Jota", el ciudadano peruano señalado como el presunto autor intelectual del brutal triple crimen de Florencio Varela, declaró este martes ante el fiscal Adrián Arribas. Cubas Zavaleta, que ya estaba detenido por narcotráfico, sostuvo una firme negación, desvinculándose tanto de la masacre como de la organización narco que lo tiene en la mira.
El interrogatorio, que se extendió por cerca de cuatro horas en la sede judicial de San Justo, buscaba desentrañar su papel en el asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verd (ambas de 20 años) y Lara Gutiérrez (15). Los investigadores creen que "Señor Jota" ordenó la masacre desde la cárcel, en represalia por el robo de una importante cantidad de droga de su propiedad.
De "número dos" narco a "costurero de zapatos"
El testimonio de Cubas Zavaleta sorprendió a la fiscalía. Al ser consultado sobre su actividad en el país, el imputado declaró que era un "costurero de zapatos y que los vendía en La Salada".
El acusado también aportó detalles de su ingreso reciente a la Argentina: sostuvo haber llegado de forma legal desde España, tras vivir un tiempo en Valencia con un familiar. Declaró que sus padres le giraban unos 780 euros mensuales para su sustento y que fijó domicilio en Lanús al tramitar su residencia en julio, justo antes de su detención a fines de agosto.
Su defensa, sin embargo, se vio empañada por un incidente: una vez que los funcionarios del Ministerio Público Fiscal se retiraron, el sospechoso protagonizó una fuerte discusión a los gritos con sus propios abogados defensores.
El laberinto de la venganza y la complicidad
La causa judicial imputa a "Señor Jota" haber ordenado la venganza por la droga robada, ubicándolo como el número dos de la red narco, inmediatamente por debajo del líder, "Pequeño J". El peruano mantuvo su inocencia ante el fiscal: "Yo, Joseph Freyser Cubas Zavaleta, no guardo ninguna relación con los detenidos de un hecho de una causa que desconozco", afirmó.
Mientras tanto, la Justicia se enfoca en desentrañar la participación de otros eslabones en el crimen, como Víctor Sotacuro, quien habría trasladado a las víctimas fatales el día de los hechos. Una de las hipótesis más fuertes es que a Sotacuro le habrían robado la droga, lo que desencadenó la violenta represalia.
El caso sumó un nuevo capítulo de complejidad el sábado, con la detención de Mónica Débora Mujica, esposa de Sotacuro. Su arresto se precipitó cuando una de las imputadas la complicó, declarando que Mujica le pidió borrar información del celular de Sotacuro siguiendo las instrucciones de un video tutorial de YouTube , poco después de ocurrido el crimen.
Actualmente, el caso suma once personas detenidas, aunque la policía continúa buscando activamente a tres implicados que siguen prófugos. La investigación permanece abierta a la espera de más identificaciones y detalles sobre la autoría material del triple homicidio.
