“No fue una catástrofe, pero perdimos”. Con esa frase una militante del riosequismo definió sin medias tintas lo ocurrido en la elección de este 26 de octubre. El tema, es el análisis de las causas.
Básicamente, hay tres teorías. “Es una elección presidencial donde no teníamos candidatos. Ya perdimos antes en situaciones similares y no es nuevo”, explicaron algunos cercanos al jefe comunal. Incluso, hay quienes aseguran que el propio intendente dio esa explicación. “En 2.023 ganamos la intendencia por 4 mil votos, con el 58,57% de los votos y se perdió el balotaje 4 meses después 49% a 43%. Esta elección tuvo mucho condimento nacional, no tuvimos candidatos locales y eso influyó”, resumieron.
Como se informó, Fuerza Patria quedó en segundo lugar en el escrutinio de senadores, a un poco meso de 400 votos de LLA y tercero para diputados (500 votos abajo de los Libertarios).
Voto castigo
La segunda teoría, tiene que ver con un déficit de relación de la gestión con los vecinos. Hay funcionarios de la primera y segunda línea del gabinete que destratan a vecinos que, por una u otra causa, se acercan al municipio o buscan tomar contacto con el intendente. “Y no solo a los vecinos. Hay una subsecretaria con oficina en el edificio municipal, que maltrata hasta a los propios militantes de Rioseco”, detallaron.
Quienes abonan esta teoría afirman que, incluso, hay varios secretarios “con problemas de relacionamiento con los seres humanos”, dijeron en tono irónico. “Son maltratadores con cargo”, sostuvo otro más ácido. Al menos uno de ellos, tiene oficina en el primer piso de la comuna, cerca del intendente y trabajadores municipales confirmaron la situación.
En definitiva, en esta teoría, eso habría provocado el enojo de los votantes que, ante la posibilidad de expresar su disconformidad, votaron a los candidatos de LLA. Un dato interesante es que ganó Gastón Riesco, un absoluto desconocido en Cutral Co.
El deliberante es otro foco de problemas. “Pasás por la puerta del concejo y te quieren declarar de interés municipal; ya es cualquier cosa”, se quejó una edila oficialista.
En definitiva, hay varios indicios que parecen apuntar al voto castigo.
Tercera teoría
La otra hipótesis está relacionada con el agotamiento del modelo de obra pública intensiva. “Necesitamos fuentes de trabajo. No planes ni plus; trabajo”, afirman.
Esta situación está alimentada por la caída del consumo y el achicamiento de la actividad comercial que también está influida por las compras on line. En otras palabras, la actividad comercial no parece estar generando puestos de trabajo estables, el petróleo convencional (que tiene influencia directa en nuestra zona) está en baja de contratos y puestos de trabajo –algunos se pararon pero también hubo un “goteo” de retiros- con lo cual el sector privado no parece ser el motor de empleo.
De esta forma, la alternativa es el plus y generar presión para lograr el contrato o el ingreso a planta. Como esto no ocurre, se genera la disconformidad y el reclamo.
