La Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA) ha elevado su voz de alerta ante la reactivación de aumentos en las góndolas, señalando directamente a las empresas de consumo masivo y exigiéndoles una baja inmediata de los precios. Fernando Savore, vicepresidente de FABA, no ocultó su indignación y defendió el creciente espacio que ganan las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en el mercado, argumentando que los consumidores ahora priorizan el precio por encima de las grandes marcas.
Savore expresó su fuerte desacuerdo con la reciente suba de precios en productos esenciales, especialmente lácteos, cigarrillos y artículos de perfumería y limpieza, en un contexto de incremento del valor del dólar. Para el dirigente, estos aumentos son "ilógicos" dada la actual conducta de compra de los consumidores.
Recordó que muchas empresas ya habían bajado sus precios previamente debido a la baja demanda, y que la estrategia de "precios quietos" había demostrado funcionar, sin que las correcciones al alza fueran validadas ni por hipermercados ni por comercios de barrio. Savore explicó la dinámica del mercado: "Las empresas hacen el intento de la modificación. Después, cuando los mayoristas no llegan al cupo de ventas, empiezan las bonificaciones y los precios vuelven a bajar". Esta situación, según él, genera frustración en el sector minorista.
El vicepresidente de FABA también destacó un cambio fundamental en el patrón de consumo argentino: el consumidor, tradicionalmente "marquero", ahora se inclina por el precio. Este giro beneficia directamente a las PyMEs. "Las empresas pymes entraron en la confianza de las familias", afirmó Savore, instando a darles más visibilidad. Subrayó el crecimiento de marcas alternativas y regionales que ofrecen buena calidad a precios más accesibles.
Como ejemplo de la resistencia del comercio y la diversidad de ofertas, mencionó: "El queso crema de la marca más competitiva está muy alto y se dan cuenta que al día 15 empiezan a tirar las bonificaciones del 30%".
Ante la preocupación por un posible faltante de stock, Savore fue contundente: "No nos asustemos con el faltante, porque lo que sobra son empresas. Acá hay que producir y bajar precios". Relató que, en abril, empresas aceiteras intentaron subir precios entre un 5% y un 9%, pero tanto hipermercados como almaceneros se negaron a convalidar dichos incrementos.
En este marco, no dudó en calificar a quienes aumentan sin justificación como "unos delincuentes" y advirtió: "No van a vender". Aseguró que los almaceneros están evaluando cómo responder y anticipó que rechazarán pedidos de empresas que apliquen nuevos aumentos.