El ministro Luis Caputo confirmó que se elevará el tope de deducción de Ganancias, que hoy es de solo $50.000 anuales. La medida busca incentivar el ahorro de largo plazo y es clave para el funcionamiento de los nuevos seguros contra el despido.
El panorama fiscal argentino podría experimentar un cambio significativo, centrado en el incentivo al ahorro de largo plazo. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el Gobierno evalúa un fuerte incremento en la deducción del Impuesto a las Ganancias aplicable a los seguros de vida y de retiro, cuyo límite actual de $50.000 anuales se considera simbólico y obsoleto.
El titular del Palacio de Hacienda reveló en un encuentro con el sector asegurador que la idea es multiplicar ese beneficio por "muchos múltiplos". El objetivo es doble: ofrecer una herramienta de resguardo patrimonial en un contexto de inestabilidad y dar un "empuje fenomenal a la industria" de seguros.
Pilar fundamental del fondo de cese
La medida tributaria se alinea estratégicamente con la reforma laboral que el Ejecutivo pretende llevar al Congreso. El proyecto contempla la convivencia de la indemnización tradicional con un fondo de cese laboral financiado con aportes patronales.
Este fondo funcionará esencialmente como un seguro de largo plazo, cuyos aportes son portables entre diferentes empleos y pueden ser utilizados tanto en caso de despido como al momento de la jubilación. La Superintendencia de Seguros y la CNV ya tienen lista la infraestructura regulatoria para la implementación de estos fondos.
El aumento sustancial en la deducción de Ganancias es vital para expandir este mercado, creando un atractivo fiscal que fomente la participación del sector asegurador en la nueva arquitectura laboral.
Deducciones caducas y alerta provincial
Tributaristas han señalado la caducidad de los topes de deducciones vigentes debido a la alta inflación. Mientras la deducción por gastos de sepelio sigue anclada en $918, y la de créditos hipotecarios en $20.000, el tope de $50.000 para seguros resultaba insignificante.
Si bien el Gobierno también analiza otras mejoras fiscales, el debate se centra en el impacto sobre los recursos federales. Los ministros de Economía provinciales, como Pablo Olivares de Santa Fe, han señalado que, si bien acompañarían la actualización de los parámetros, recuerdan que el Impuesto a las Ganancias es un tributo coparticipable.
Cualquier ampliación en las deducciones implica una reducción directa en los ingresos que reciben las provincias.
Este factor fiscal podría llevar al Gobierno a considerar alternativas, como la propuesta del ex titular de Aduana, Guillermo Michel, de bajar las alícuotas de las escalas más bajas y subir las de las más altas, buscando un alivio a los trabajadores sin afectar la recaudación coparticipable.
