Sindicatos exigieron un piso de hasta $736.000, un valor que busca igualar la Canasta Básica. La propuesta empresarial, de solo $326.000, dinamitó el diálogo, llevando la decisión final a manos del Ejecutivo.
El Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil concluyó su reunión de este miércoles sin lograr un acuerdo, lo que abre la puerta a que el Gobierno Nacional deba fijar el nuevo Salario Mínimo por decreto. La fractura entre las posturas sindicales y empresariales fue total, con cifras diametralmente opuestas que imposibilitaron un consenso intermedio.
Las centrales obreras plantearon un duro reclamo, exigiendo que el ingreso básico alcance valores cercanos a la Canasta Básica Total, que supera los $1,2 millones.
Brecha insalvable: demanda versus oferta
Las demandas sindicales reflejaron la urgencia ante la pérdida de poder adquisitivo:
·CGT y CTA de los Trabajadores: Solicitaron llevar el salario mínimo a $512.000 de forma inmediata, con una proyección de $553.000 para abril.
·CTA Autónoma: Elevó la exigencia a un piso de $736.000.
En contrapartida, el sector empresario presentó una oferta considerada "insuficiente" por los gremios, proponiendo llevar el salario de los actuales $322.200 a solo $326.000 para fin de año, y a $349.000 en abril.
Esta abismal diferencia dejó en claro que no habrá acuerdo tripartito, trasladando la responsabilidad de la decisión al Poder Ejecutivo.
Salario congelado y presión callejera
El salario mínimo se mantiene sin cambios significativos desde agosto ($322.200), lo que lo ha dejado completamente rezagado frente a la inflación acumulada. Este atraso no solo afecta a los trabajadores registrados, sino que impacta en las prestaciones sociales y en los ingresos de los trabajadores informales que utilizan este valor como referencia.
Ante el fracaso del diálogo formal, sindicatos y organizaciones sociales intensificaron la presión, movilizándose frente a la Secretaría de Trabajo para exigir que el salario iguale el costo de vida familiar.
Las organizaciones sindicales advierten que, de no haber un aumento significativo ni la provisión de un bono de fin de año, el mes de diciembre podría estar marcado por un recrudecimiento de las protestas y movilizaciones a nivel nacional. La última actualización sustancial del Consejo se produjo en abril, lo que subraya la urgencia de la decisión que deberá tomar el Gobierno.
